Código de Ética

El karateka procurará: 
1) Cuidar de su físico para mantener el equilibrio psicosomático, emocional, social, cultural y espiritual, esforzándose para ser modelo de comportamiento, de modo que dignifique su posición, dentro y fuera de la federación.

2) Mantenerse actualizado sobre los últimos acontecimientos científicos, ampliando su cultura general y profesional, estar siempre abierto y sensible a las innovaciones, experiencias técnicas e investigaciones científicas en karate y/o kobudo, educación física, deportes y recreación.

3) Comprender el contexto de la realidad socio-política-económica y las diferencias sociales existentes en su campo de acción, tratando de superar la injusticia y la desigualdad.

4) Hacer lo posible para comprender mejor el comportamiento psicosocial de sus alumnos, procurando desarrollarles todas las potencialidades biopsicosociales y artísticas, estimulándolos e incentivándolos a enfatizar los aspectos positivos y neutralizar los negativos, a fin de una mejor preparación de las generaciones futuras para la vida y el placer.

5) Respetar sus alumnos, colegas, superiores y subordinados, bien como las costumbres y tradiciones, leyes y reglamentos, opiniones políticas y religiosas, cualquiera sea, de este modo dar ejemplos dignos al educando y a la sociedad, con evidente espíritu de tolerancia.

6) Tratar a todos con cariño, justicia y equidad, aprovechar todos los momentos que las actividades gimnasto-deportivas le ofrezcan para educar, creando un ambiente de cordialidad, confianza y respeto, de esta forma mantener el trinomio profesor-alumno-grupo de alumnos.

7) Prestigiar su profesión, colegas y asociaciones de categorías, cooperando en todas las promociones de carácter organizativo, cultural y deportivo, siempre que fuera posible, no aceptando contratos contrarios a los principios doctrinarios y científicos, que afecten o desprestigien la dignidad de la función magisterial, defendiendo la profesión y los colegas injustamente atacados.

8) Aconsejar y enseñar a sus alumnos a respetar sus adversarios, tanto los fuertes y vencedores, como a los débiles y vencidos, tratándolos con caballerosidad de modo que aprendan a ganar y a perder, con elevado espíritu de competición, llevándolos a encarar los cuadros adversarios como huéspedes de honor y haciéndoles comprender que transgredir las reglas de las competiciones, representa lo mismo que romper los compromisos entre caballeros.

9) Esforzarse para evitar que las competiciones degeneran en agresiones y conflictos, que desvirtúan las finalidades y atentan contra la dignidad humana, a la vez que jueces y competidores deben considerar mutuamente honestas sus intenciones, de acuerdo con la filosofía y el espíritu del Budo.

10) Permitir que participen de las competiciones, aquellos que presenten un acondicionamiento adecuado, siempre con la preocupación de preservar su salud, de modo que jamás extremen sus posibilidades fisiológicas.

11) Despertar y crear en sus educando saludables hábitos físicos, mentales, morales, sociales y cívicos, de modo que aprendan a organizar su vida distribuyendo las horas del día entre sus estudios, trabajo, reposo, diversiones y obligaciones profesionales, escolares y familiares.

12) Resistir a todas las presiones extrañas que pretenden evitar el ejercicio de su profesión o hacer competencia desleal a sus colegas.

13) Provocar la estimulación entre sus alumnos proporcionándoles actividades que favorezcan la creatividad, la espontaneidad, la libre expresión y el diálogo, ayudándolos a descubrir las actividades en las cuales puedan realizarse y que les proporcione más placer.

14) Detectar los problemas y las aspiraciones de sus alumnos, intentando ayudarlos a superar las dificultades asociándose con colegas, con orientadores educativos y también con los padres si fuera preciso, para estar informado de las diferencias individuales y sus peculiaridades, y con esto poder ampliar sus posibilidades, orientándolos para las mejores soluciones posibles.

15) Tener fe en su misión y amor en su profesión, de modo de poder ayudar al individuo a perfeccionar cada vez más su salud, a contribuir para su mejor adaptación orgánica, de manera de poder resistir mejor los embates de la vida (ataques de microorganismos, cambios ambientales, grandes esfuerzos personales, choques emocionales, etc.) por medio de la adaptación neuromuscular, poder preparar sus diversos mecanismos para actuar en la vida práctica, dominar su cuerpo, soportar su actividad humana de forma socialmente válida durante más tiempo, despertando el gusto por una vida sana, preparándolo para un mejor usufructo de las horas de placer, contribuyendo para su realización personal y de este modo transformarlo satisfecho consigo mismo y más feliz.

Autor del código: Prof. Dr. Jacinto Targa de Brasil. 
Adaptación para el Karate y Kobudo: Héctor E. Maroli sensei de Argentina